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DIOS NO SE HORRORIZÓ DE UN ESTABLO

Præsepe non abhorruit   1

 

El Omnipotente Dios, de Quien son los cielos y la tierra;

el Ser por esencia: el que Es porque Es, de Quien el Universo Mundo es;

el Eterno Dios Uni-Trino, que es feliz en Sí Mismo y que de nada necesita; 2

“no se horrorizó de un establo” hecho en una grutita

 y allá –en las afueras de Belén- vino a nacer en el tiempo -entre animales-  3

Aquel que es eterno, de quien dependen los movimientos de las galaxias

y hasta la más pequeña hojita.

 

Dios tomó carne de una mujer que Él mismo fecundó y vino a depender del tiempo y de la comida.

Mamó modestamente de los puerperales y castos pechos de la Virgen Doncecilla:

Él, por quien ni las aves tienen hambre sino que encuentran su comidita.

“¡Feliz el vientre que te llevó y los pechos de los que mamaste!”;   4

gritó desde el gentío -al Jesús ya Docente y adulto- la anónima

mujer del Evangelio, con íntima naturalidad… con santa osadía

recordando al Jesús bebito y a su Madre pobrecita.

 

“No se horrorizó de un establo”,

 nació entre José y María

  de la tierra, los más humildes seres humanos

-y por eso, los más santos; y por eso, por Dios, los más exaltados-

y ellos lo abajaron… lo reposaron en la paja … en el heno; que acama bestias y no seres humanos

porque el Hijo de David – pronto a parirse de la Teotocós - no encontró casa entre sus hermanos.

 

¡Oh, cristianos,  el que nació en Belén, es el único Dios; humilde y de corazón manso!

 En el lugar de las bestias irracionales no se horrorizó de nacer humanado

 porque vino a salvar por la Cruz, a los racionales, pero decaídos seres humanos.

 

¡Jubilosa el alma, cristianos, vayamos:

adoremos como siervo niño al que es  Rey del Universo y de los Cielos Bienaventurados!

 Adoremos a Aquel que teniendo forma de Dios no se horrorizó de tomar  forma de siervo humano

y sin dejar de ser lo que era –Omnipotente- vino a ser lo que no era –necesitado-.

 

Cristianos, vayamos al establo en que se adora el misterio del Dios humanado

que, dependiendo de la leche de los castos pechos maternos, para su conservación y crecimiento

 es el mismo en quien todos nos movemos y existimos;  5 de quien todos dependemos.

 

¡Jubilosa el alma, cristianos, vayamos:

 pues Él se ha puesto a la vista de nuestro cuerpo… a nuestro alcance:

corramos con los pastores: démosle alcance.

 ¡No perdamos este divino lance!

 

“No se horrorizó de un establo”

pues llorando está en una cuadra de animales,

envuelto entre pañales -donde hace sus necesidades- 6

contenido por su Virgen Madre, protegido por su virgen padre;

Aquel que contiene todo con su Presencia de inmensidad… con sus inmensidades…

 

Fernando José Esmoris Isoleri



1 “No se horrorizó de un establo” – Verso del Himno de Laudes del Día de Navidad. (Toda la estrofa dice: “Toleró yacer en el heno/No se horrorizó de un establo/Y es alimentado mamando modestamente/Quien hace que ni las aves pasen hambre”)

2   Sal. 15, 2 – “Dije al Señor: Tu eres mi Dios porque no necesitas de mis bienes.”

3   Is. 1, 3 – “El buey conoce al que lo posee, y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no (me) conoce; mi pueblo no tiene inteligencia”. Cf. Habacuc 3,2 según los Setenta: “Tú te darás a conocer en medio de dos animales.”

4  Lc. 11, 27

5  Hech. 17, 28

6 Lc. 2, 4-7 - “Subió también José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Betlehem, porque él era de la casa y linaje de David, para hacerse inscribir con María su esposa, que estaba encinta. Ahora bien, mientras estaban allí, llegó para ella el tiempo de su alumbramiento. Y dió a luz a su hijo primogénito; Y LO ENVOLVIÓ EN PAÑALES Y LO ACOSTÓ EN UN ESTABLO, porque no había lugar para ellos en la hostería.”