Una Iglesia ENTRE
TODOS:
Una religión más
universal que la Iglesia Católica
“Pero más extrañas todavía, tremendas y dolorosas a la vez, son la
audacia y la ligereza de espíritu de los hombres que se llaman católicos, que
sueñan con volver a fundar la sociedad en tales condiciones y con establecer
sobre la tierra, por encima de la Iglesia católica, “el reino de la justicia y del amor”, con obreros venidos de todas
partes, de todas las religiones o sin religión, con o sin creencias, con tal
que olviden lo que les divide: sus convicciones filosóficas y religiosas, y que
pongan en común lo que les une: un generoso
idealismo y fuerzas morales tomadas “donde
les sea posible”. Cuando se piensa en todo lo que ha sido necesario de
fuerzas, de ciencia, de virtudes sobrenaturales para establecer la ciudad
cristiana, y los sufrimientos de millones de mártires, y las luces de los
Padres y de los doctores de la Iglesia, y la abnegación de todos los héroes de
la caridad, y una poderosa jerarquía nacida del cielo, y los ríos de gracia
divina y todo lo edificado, unido, compenetrado por la Vida y el Espíritu de
Jesucristo, Sabiduría de Dios, Verbo hecho hombre… cuando se piensa, decimos,
en todo esto, queda uno admirado de ver a los nuevos apóstoles esforzarse por
mejorarlo con la puesta en común de un vago idealismo y de las virtudes
cívicas. ¿Qué van a producir? ¿Qué es lo que va a salir de esta colaboración?
Una construcción puramente verbal y quimérica, en la que veremos
reflejarse desordenadamente y en una confusión seductora las palabras de
libertad, justicia, fraternidad y amor, igualdad y exaltación humana, todo
basado sobre una dignidad humana mal entendida. Será una agitación
tumultuosa, estéril para el fin pretendido y que aprovechará a los agitadores
de las masas menos utopistas. Sí verdaderamente se puede afirmar que “Le Sillon” se ha hecho compañero de
viaje del socialismo, puesta la mirada sobre una quimera. [1]
“Nos tememos algo todavía peor. El resultado de esta promiscuidad en el
trabajo, el beneficiario de esta acción social cosmopolita no puede ser otro
que una democracia que no será ni católica, ni protestante, ni judía… una
religión (porque el sillonismo, sus jefes lo han dicho... es una religión
más universal que la Iglesia católica, reuniendo a todos los hombres,
convertidos, finalmente, en hermanos y camaradas en “el reino de Dios”. “No se
trabaja para la Iglesia, se trabaja para la humanidad”. “
San Pío X
Encíclica “Notre charge apostolique”
Contra la
democracia cristiana
Números 34 y 35
Año 1910
1.
[1] Esta alianza de la democracia
cristiana con el socialismo en los comienzos del siglo XX francés con su
movimiento “Le Sillon” - visto
proféticamente como un peligro para toda la cristiandad por San Pío X al
promulgar esta Encíclica – se hizo realidad espiritual en la democracia
cristiana uruguaya de la segunda mitad del siglo XX. Realidad
espiritual-ideológica de “mano tendida” al socialismo-marxismo que se encarnó,
se cristalizó en la fundación del Frente Amplio en marzo de 1971. Para que no
quepan dudas de esta afirmación nuestra basta constatar el hecho de que en las
elecciones de ese año el conglomerado socialista-comunista tuvo como lema:
“DEMOCRACIA CRISTIANA”.
¡Qué ojos de Águila los de San Pío X! ¡Bendito seas por siempre
Custodio fidelísimo de la Casa de Dios y desde tu merecida Gloria del Cielo,
intercede por nosotros tan zarandeados por la “confusión seductora” que
reina oronda dentro y fuera de la Iglesia en este siglo XXI!