“Cuando las cosas andan realmente mal,
ya no se necesita al hombre práctico, sino al contemplativo”.
Chesterton
Estimados hermanos "tridentinos" en Cristo: en este enlace se encuentra un libro sobre cómo hacer un cuarto de hora de oración con Santa Teresa de Jesús. Me lo pasó mi esposa, Grisel Méndez de Esmoris, por un correo electrónico que reza así:
"Mi corazón, te paso este pequeño libro de meditaciones de Santa Teresa de Jesús.
Creo que puede servir de provecho a muchas almas. Tal vez podrías considerar subirlo al Blog porque la oración es el arma y escudo de todo cristiano. En base a este libro se han creado grupos de oración de laicos ¡qué mejor que rogar al dueño de la mies para que envíe obreros que trabajen en su obra!
Con cariño, tu esposa."
Nuestro Movimiento Pro-Misa Tridentina tiene que basarse en esa "arma" contemplativa que es la oración para impetrar al Dios Uni-Trino que suscite un sacerdote fiel a la Tradición que nos celebre la Misa Tridentina en Montevideo como Fundamento de todo Apostolado y de toda Restauración de la Cristiandad Católico-Política en la Banda Oriental y en todo el Río de la Plata.
¡A rezar un cuarto de hora con esa "tridentina" intención!
Reflexión Adjunta
El varón que tiene por igual a su esposa está tomado por el subversivo movimiento feminista de la modernidad porque está revelado por el Espíritu Santo -a través de San Pablo- que: "el varón es cabeza de la mujer". Y el varón que tiene a su esposa subyugada y maltratada bajo sus pies es igualmente una bestia subversiva porque sus pasiones están desordenadas; no las dirige su inteligencia iluminada por la Fe que, tendría que guiar su voluntad.
En cambio, el varón católico virtuoso que tiene a su esposa como compañera, ayuda y consejera está inspirado por el Espíritu Santo porque de la costilla del primer hombre -Adán- fue creada por Dios la primera mujer -Eva-; es decir, de su costado, de su corazón y por ella se debe sacrificar como Cristo se sacrificó por su Mística Esposa, la Iglesia. Así podrá decir cada día -alborazado- como Adán dijo de Eva al verla por vez primera: "Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne".
Así, el matrimonio "tridentino" basa su unión conyugal en la oración y en los Sacramentos de la Iglesia fiel a la Tradición Apostólica para que cumpla su fin primario que es la procreación y educación católica de la prole. Siendo el esposo protector de la esposa y ella -bajo su amparo- madre jubilosa de sus hijos. El esposo teniendo en la esposa "el descanso del guerrero" que, en la Ciudad apóstata de este findeevo lucha a brazo partido contra el liberalismo y el marxismo reinantes afuera y de la Iglesia adentro. Cumpliéndose en el matrimonio "tridentino" las verdades reveladas por Dios en el Salmo 126 para todos los tiempos:
"Si Yavé no edifica la casa,
en vano trabajan los que la construyen.
Si no guarda Yavé la ciudad,
en vano vigilan sus centinelas.
Vano os será madrugar; acostaros tarde,
y que comáis el pan del dolor:
es Yavé el que a sus elegidos da el pan en sueños.
Don de Yavé son los hijos;
es merced suya el fruto del vientre.
Lo que las saetas en mano del guerrero,
eso son los hijos de la flor de los años.
¡Bienaventurados los que de ellos tienen llena su aljaba!
No serán confundidos
cuando hayan de litigar en la puerta con su adversario."
Fernando José Esmoris Isoleri
CI - 1.530.420-9
Pseudónimo: Hilarius Athanasius Contra-arianos
11 de diciembre de 2020
San Dámaso I - Papa y Confesor
Sayago-Montevideo
Banda Oriental